En un recipiente grande ponemos los garbanzos y los cubrimos con agua. Dejamos reposando por 24 horas. Pasado ese tiempo y una vez hidratados los garbanzos los retiramos del agua y los ponemos a cocer en una olla con suficiente agua por aproximadamente 1 hora. Pasado ese tiempo, retiramos del fuego y reservamos con su líquido.
En una olla ponemos suficiente agua, una cucharada de sal, agregamos las papas y cocinamos a fuego alto hasta que las papas se cuezan bien. Una vez estén listas las retiramos del fuego, les drenamos el agua y reservamos.
En un sartén a fuego medio ponemos una cucharadita de aceite, la esparcimos por el sartén y ponemos a tatemar los tomates, la cebolla y los ajos. Vamos sacando las verduras conforme se vayan tatemando, reservamos y dejamos que se enfríen un poco.
Una vez que no estén tan calientes agregamos el tomate, la cebolla y el ajo a un vaso de licuadora junto con un poco del agua donde cocimos los garbanzos. Licuamos perfectamente y reservamos.
En el vaso de licuadora ahora agregamos un puñado de garbanzos y un poco de agua en donde se cocieron. Licuamos y reservamos.
En un sartén hondo a fuego medio agregamos 3 cucharas de aceite, dejamos que se caliente bien y agregamos la salsa de tomate que licuamos con anterioridad. Una vez que empieza a hervir bajamos la llama a fuego bajo. Dejamos cocinar por 3 minutos y agregamos los garbanzos licuados, salpimentamos, una pizca de canela, una pizca de comino, media pizca de clavo, mezclamos bien, agregamos los garbanzos junto con el agua donde se cocieron, las papas, mezclamos subimos a fuego medio y llevamos al punto de ebullición. En este punto rectificamos de sal y dejamos hervir por 5 minutos y servimos.