En un procesador de alimentos agregamos los tomates picados, la cebolla, el azúcar, el ajo, sal al gusto, molemos perfectamente hasta lograr una salsa o una mezcla homogénea y reservamos.
En un cazo lo suficientemente grande precalentamos un chorrito de aceite y vertemos la salsa de tomate, cocemos a fuego alto hasta que los sabores estén bien integrados. Retiramos del fuego y reservamos.
En un cazo grande ponemos a hervir 2 litros de agua, agregamos sal, un poco de aceite y ponemos a cocer la pasta. Una vez que hierva dejamos 7 minutos cociendo. No es necesario que termine totalmente de cocerse pues seguiremos cocinándola.
En un sartén grande agregamos un chorro de aceite y ponemos a sofreír la cebolla y el ajo hasta que empiecen a transparentar. Una vez hecho lo anterior incorporamos la carne, la sal, la pimienta y una vez que la carne este bien hecha, agregamos la salsa de tomate, el orégano, el chile molido y dejamos en la lumbre por 5 minutos para integrar bien los sabores.
Finalmente incorporamos la pasta y tapamos bien la sartén para dejar cocinar la pasta por 5 minutos. Una vez pasado este tiempo destapamos y agregamos el queso para derretir. Dejamos gratinar y listo.