Ponemos en una olla a hervir 2 litros de agua con los piloncillos, la canela, el azúcar y el clavo de olor. Dejamos hervir hasta que el piloncillo se derrita bien.
Cortamos el plátano en rodajas y el queso en cubitos. En un sartén, freímos un poco el pan un poco por los dos lados y el plátano lo freímos en mantequilla hasta que quede doradito por los dos lados.
Unta las paredes de un refractario grande con la mantequilla generosamente. Vamos a poner capas de todos los ingredientes. Primero hay que poner una capa de pan tratando de cubrir toda la olla y no dejando muchos hoyos, para que el cacahuate y la pasa no pasen por ahí. A continuación vamos a agregar una capa de pasa, cacahuate, queso, ciruela, biznaga y plátano, tratando de distribuir los ingredientes uniformemente por toda la superficie. Repetimos todas las capas hasta llenar nuestro refractario.
Vertimos la miel con piloncillo, canela y clavo en la olla poco a poco y uniformemente tratando de que todo el pan absorba bien el liquido. Presiona de vez en cuando para que se vaya integrando bien la mezcla. La capirotada no tiene que quedar muy seca ni muy mojada. No debes de poder ver líquido en la superficie, pero tampoco deben quedar panes secos. Cuando la capirotada ya este mojada puedes mover un poco para ver el fondo y cerciorare de que está bien húmeda toda la mezcla.
En un horno a 180 grados, deja cocinar la capirotada por alrededor de 1 hora y media. Puedes revisar cada media hora para asegurarte de que toda la mezcla tiene la cantidad correcta de miel.